Autores:
Javier Neira González (arquitecto)
Javier Abelairas Rey (arquitecto)
Sandra Álvarez Veloso (arquitecta)
David Regalado Merodo (arquitecto) Emplazamiento:
Parada de Sil (Orense) Memoria:
Se trata de una actuación sobre dos inmuebles, uno de ellos, de considerable dimensión y que presenta la singularidad de un elemento a modo de puente sobre la vía pública. Se mantienen los muros perimetrales existentes susceptibles de aprovechamiento para configurar la imagen final de la intervención. Se propone asimismo en las fachadas norte y oeste en las que los muros existentes son de doble altura, la recuperación de las antiguas cubiertas inclinadas, mientras que en las fachadas este y oeste en las que los muros preexistentes coronan en la planta primera se proyectan nuevos cerramientos rematados mediante una solución de cubierta plana, que puede servir de soporte de una infraestructura de aprovechamiento de energía solar. Se configura de este modo una doble estética en el conjunto; una pétrea y otra más ligera, revestida de madera sobre un zócalo de hormigón y con cubierta plana.
Finalmente se recupera la imagen que pudiera haber tenido el conjunto con la reconstrucción del cuerpo que actúa de puente sobre la vía pública que une los ámbitos de actuación. Asimismo se recupera el horno tradicional para uso comunitario integrándolo en la intervención a través de la cubierta plana que resuelve parte del proyecto y que se extiende cubriendo el espacio del horno.
El programa mínimo requerido de cuatro viviendas se completa hasta llegar a seis, tres de 3 dormitorios, dos de 2 dormitorios (siendo una de ellas adaptada) y un estudio apartamento.
Se ha respetado en todo momento la huella del parcelario primitivo, aunque la solución definitiva se ha resuelto mediante división horizontal.
La parcela sin urbanizar se reserva para disfrute de la vivienda en planta baja con la que limita, recomendándose su incorporación como servidumbre para una posible infraestructura general de geotermia.
Los materiales escogidos buscan la afinidad de texturas y tonos con el entorno y los volúmenes vienen condicionados por su simplicidad formal.